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En la imagen de arriba, me pueden ver firmando una de las vigas que entrarán en nuestro nuevo Centro Pastoral. El fin de semana pasado les dimos a todos los feligreses la oportunidad de firmar las vigas, y muchos de ustedes firmaron. Fue diver- tido ver a la gente reunida alrededor de las dos vigas después de cada misa y ver todas las firmas que estaban allí el domingo por la noche. ¡Pero eso no es todo! El lunes también se les dio la oportunidad de firmar a todos los alumnos de nuestra Escuela Parroquial. Ahora las vigas están cubiertas de firmas: personas de todas las edades, de todos los orígenes, han dejado su huella en estas partes estructurales del nuevo Centro Pastoral.

Mientras, todos han estado disfrutando de nuestro nuevo Nártex, que será bendecido al comienzo de cada Misa este fin de semana. Es un gran lugar para que las personas se calmen antes de entrar a la iglesia propia, así como un buen lugar para saludarse y conversar después de la misa. De esta manera, la iglesia propia se mantiene como un espacio tranquilo y sagrado para que la gente ore, y al mismo tiempo podemos disfrutar de estar juntos como comunidad.

Otro evento que anticipo con gran alegría es nuestra segunda Noche de Encuentro, que se llevará a cabo en la iglesia el 20 de enero de 7:00 pm a 8:30 pm. Nuestra primera Noche de Encuentro (octubre pasado) fue muy bien atendido y recibió una gran respuesta de todos los que participaron. Sin duda, los que lo disfrutaron la primera vez volverán. Pero si no viniste a la Noche de Encuentro en octubre, realmente espero que vengas esta vez para conocer de lo que habla la gente: una reunión de personas (de todos los orígenes religiosos), reunidas por su deseo de encontrarse con la presencia de Cristo de manera especial; la inspiración de un mensaje fuerte y identificable; la incomparable música de Johnny Oskam y su banda; la Presen- cia Eucarística del Señor sobre el altar; la disponibilidad de compañeros de oración para la oración individual; Y la lista podría seguir. Espero verte allí, y espero que traigas a un amigo contigo.


Con Agradecimiento,




Este domingo celebramos la fiesta del Bautismo del Señor. Los Evangelios nos presentan una escena maravillosa: Jesús es bautizado por Juan el Bautista, y el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma, y se oye la voz de Dios Padre que proclama: “Tú eres mi Hijo amado; contigo estoy muy complacido.“

Al celebrar esta fiesta, tenemos más que una mera conmemoración de un evento pasado. También tenemos un recordatorio de nuestro propio bautismo. Cuando fuimos bautizados, no se vio una paloma y no se oyó la voz de Dios Padre; pero el Espíritu Santo vino sobre nosotros y nos convertimos en hijos amados de Dios. Esta es la gloriosa realidad de nuestro bautismo. “Mira el amor que nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios. Sin embargo, así somos.“ (1 Juan 3: 1)

Al regocijarnos como hijos amados de Dios, nos damos cuenta de que somos abundantemente bendecidos. Sigamos atesorando la vida de gracia que nos llega a través de los sacramentos, y usemos las bendiciones de Dios para su gloria y el bien de todos sus hijos.


Con Agradecimiento,




La Solemnidad de la Epifanía del Señor es la última gran celebración del tiempo liturgico de Navidad la Iglesia. La palabra “epifanía” significa “manifestación” en griego. Este es el día en que conmemoramos que el Señor se manifestó a los magos de Oriente como un Rey recién nacido. Guiados por una estrella, lo encontraron con su madre y su padre adoptivo y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. El oro reconoce a Cristo como Rey. El incienso profesa que él es Dios. Mirra lo reconoce como un hombre, un ser humano como nosotros.

Para nosotros, el oro que podemos ofrecerle a Cristo es nuestra lealtad a él. Sus enseñanzas no siempre son populares o convenientes para nosotros; seguirlos en todas las circunstancias demuestra que somos miembros leales de su Reino. En el Padrenuestro oramos: “Venga tu Reino”. Estas palabras pueden ser una buena oración corta para decir cada vez que nos enfrentemos a una decisión que involucre las enseñanzas de Cristo.

El incienso ha sido un signo de lo Trascendente durante muchas edades. El incienso que ofrecemos es nuestra fe. Por supues- to, esto significa no solo la aceptación de una lista de verdades, sino también una forma de vida. La oración es primordial en nuestra profesión de fe. Vivir la vida sacramental va junto con la oración. Adoramos al Señor y entramos en comunión con él como la Fuente de todo lo que tenemos y somos.

La mirra era un bálsamo fragante que se usaba para ungir los cuerpos para el entierro. Es un reconocimiento de la humanidad de Cristo. Como nos dice la Carta a los Hebreos (4:15), él era como nosotros en todo menos en el pecado. Nuestra mirra es nuestra aceptación de las alegrías y las tristezas, las posibilidades y limitaciones de nuestra humanidad en unión con el Señor. Reconoce lo que es ser como nosotros, porque es uno de nosotros. Recordar que es nuestro Hermano arroja una luz maravil- losa sobre la dignidad de cada persona humana. Los sabios todavía lo buscan. Hoy nos unimos a los magos en seguir la estrella hasta nuestro Rey Recién Nacido.

Con Agradecimiento,



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